En la segunda lección con Karen, mi principal objetivo era que cogiera confianza con el lance vertical. Aunque, en su segunda lección, los alumnos siempre empiezan con unos cuantos lances más bien chungos, pronto dan un repentino salto adelante, y la cosa empieza a funcionar. En la primera lección, se trata de llegar a comprender algo totalmente nuevo. En la segunda se pretende afianzar la confianza y familiarizarse con las nuevas sensaciones. Por supuesto, también quería enseñar a Karen algo nuevo, así que decidí que era un buen momento para tratar el tema del viento; y encargué un poco.
Lección 2: Lanzar contra el...
Karen: Karen: ¡Vaya brisa de invierno. Me estoy helando!
La primera parte fue un repaso del lance vertical. Hay cinco componentes a tener en cuenta:
Empezar con diez metros de línea, dispuestos en frente y en línea recta. Con la puntera tocando el agua, ir levantando la caña lentamente. Toda la línea, lo mismo que la mosca, deberá ponerse en movimiento.
Levantar la línea y lanzarla hacia arriba.
Esperar hasta que el bucle se enderece. La línea debe quedar estirada y horizontal.
Hacer el lance delantero. Es muy parecido a arrojar una manzana que estuviera clavada en la punta de la caña: si se hace un movimiento demasiado brusco, la manzana caerá detrás de nosotros. Algo así como tirar hacia delante algo que está en el extremo de la caña.
ir bajando la puntera a medida que el bucle se estira y la línea se posa en el agua.
Hay un par de cosas en las que concentrarse mientras se practica:
Haz un lance trasero alto. Imagina que vas a lanzar la línea verticalmente hacia arriba.
Arroja la manzana desde la punta de la caña.
Los primeros lances de Karen en esta segunda lección, fueron los típicos de un principiante. Lo cual es bueno :-)
Viento cruzado
Muchas veces, un novato puede apañarse con un lance trasero bajo eligiendo hacia dónde lanzar. Karen no tuvo ese lujo; yo me las arreglé para que el viento soplara directamente contra la orilla. Esto ponía de relieve el problema de hacer un lance trasero bajo, que resultaría, bien en un lance delantero alto, bien en un bucle abierto. ¡Si te pones a lanzar con viento de frente o de costado empieza la diversión!
Nosotros empezamos con un viento lateral. Es fundamental conseguir un lance trasero alto. Lanzar en condiciones de viento tiene un efecto psicológico. El alumno piensa: “Coño, esto va a tener miga” y automáticamente se pone tenso e intenta forzar a la línea a “ir pa'llá”.
Esto –como todos sabemos- no funciona. Con un viento lateral es importante relajarse, hacer un lance delantero alto (levantando el codo en el impulso de lance) y no pensar en el viento.
Yo estaba contando todo esto a Karen, e intentando que imaginara que estaba lanzando la línea verticalmente, cuando algo en ella hizo “clic” y le permitió conseguir su mejor lance hasta el momento.
Por supuesto, acabó en un bonito enganchón.