Este es el primero de los artículos de Herb aparecidos en NZ Fisherman (1994). El autor amablemente me ha permitido publicarlo aquí.
Probablemente no pensamos en ello cuando compramos una caña o cuando estamos pescando, pero la forma de la empuñadura de la caña y cómo la sujetamos tiene una importancia significativa en nuestra habilidad para lanzar.
¿Sorprendido? Pues así es la cosa. El lanzado a mosca es un deporte dinámico de precisión. Una vez iniciado el lance la línea debe mantenerse en movimiento, lo que implica una complicada serie de movimientos que hay que llevar a cabo con una aplicación de energía perfectamente medida y un ritmo impecable.
Tamaño de la empuñadura
La empuñadura de la caña es el elemento conductor a través del cual el pescador transmite sus órdenes al equipo. Su tamaño es de importancia capital pues debe ser capaz de "soldar" la caña a la mano, de forma que la caña se convierta en una extensión del brazo del lanzador. Cualquier inadaptación o incomodidad disminuirá en alguna medida el control que el pescador ejerce sobre el lance. Si tenemos manos de gorila, una empuñadura muy fina en una caña larga y potente es una combinación que no será nada agradable de usar más allá de un corto espacio de tiempo. Piensa en la caña de mosca como si se tratara de cualquier herramienta manual, que para desarrollar efectivamente su función debe adaptarse bien a la mano de su usuario.
Forma de la empuñadura
Las empuñaduras de las cañas se presentas en diversas formas. En general, la forma de la empuñadura está relacionada con la potencia de la caña (el número de línea para el que está diseñada) y la manera en la que el lanzador sujeta la caña (después hablaremos de los tipos de agarre de la caña).
Las de forma afilada por delante, como de puro (Half Wells) se emplean generalmente en cañas ligeras. Esas cañas se utilizan en situaciones en las que lo más importante es la precisión en la presentación.
En el otro extremo tenemos la forma llamada Full Wells, que permite al lanzador aplicar la energía requerida para lances largos con cañas diseñadas para líneas del #8 en adelante.
La empuñadura correcta
Independientemente de su forma, la empuñadura debe tener un tamaño que se ajuste a nuestra mano con comodidad. La forma de puro es adecuada para cañas ligeras, mientras que las cañas potentes exigen formas más completas.
Agarres
A pesar de la similitud lingüística, la empuñadura de la caña y la forma en que el lanzador la empuña no son lo mismo. A la forma de sujetar la caña le llamaremos "agarre".
Sé que me voy a meter en cuestiones relacionadas con gustos estrictamente personales, pero espero que, al menos, mi análisis de los tres agarres principales resulte de interés. Espero, incluso, que haya quien pueda descubrir la raíz de algún problema crónico de lanzado echando una mirada más atenta a la forma en la que agarra la caña. Estad particularmente atentos si vuestro agarre es el de pulgar arriba.
Pulgar en la parte superior
A pesar de que es el agarre recomendado en nueve de cada diez libros o videos de lanzado, sin duda se trata del más difícil de realizar correctamente. Y cuando no se hace bien (que según mi experiencia es la mayor parte del tiempo) es la causa de bucles cruzados y lances traseros con la línea caída, formando una panza. También provoca que el impulso de lance tenga tendencia a desviarse en su trazado.
La razón por la que tantos lanzadores usan mal este agarre no es por falta de materia gris, sino a causa de la anatomía de la muñeca humana. Veamos por qué este agarre puede producir problemas.
Agarra el talón de una caña con el pulgar arriba y simula un lance trasero. Observa lo fácil que resulta rotar la muñeca (y por tanto la caña) bastante más allá de la proverbial posición de la 1 en punto. De ahí es de donde viene la panza en el lance trasero.
Ahora haz la pantomima de un lance delantero y para la caña. ¿Queda tu pulgar apuntando hacia el objetivo? ¡Apuesto a que no! Lo más probable es que esté mirando hacia arriba. Si esto es así es señal de que no ha habido una rotación suficiente de la muñeca. Bienvenido al club. Probablemente acabas de generar un bucle cruzado y un nudo de viento.
Hazlo de nuevo, sólo que esta vez termina con el pulgar apuntando al objetivo. Inmediatamente notarás cierta incomodidad, al doblar la muñeca algo más de aquello para lo que está diseñada.
Ahora, con el mismo agarre, mueve la puntera de la caña horizontalmente. ¿Fácil, verdad? Esta es la razón por la que es tan sencillo perder el trazado del impulso de lance.
Te preguntarás por qué, entonces, se usa este tipo de agarre. En realidad la característica que redime sus defectos es que, usando el potente dedo pulgar, el lanzador puede aplicar la máxima energía a su lance. El agarre de pulgar arriba es excelente para usar con cañas potentes… siempre que seas consciente de sus inconvenientes.
Una empuñadura del tipo Full Wells es la mejor para este tipo de agarre, pues ofrece al pulgar una gran superficie sobre la que empujar.
El agarre en V
Este, junto con el anterior, es el único agarre adecuado para cañas grandes y potentes. Es una solución de compromiso, al permitir que el pulgar y el índice descansen en lados opuestos de la empuñadura. Visto desde la parte superior el aspecto de esos dos dedos es el de una V. Con este agarre todavía resulta bastante fácil doblar excesivamente la muñeca hacia atrás, pero lo bueno es que también permite que la muñeca flexe libremente hacia adelante para lograr una efectiva rotación del talón. Tengo un amigo que tiene artritis en las manos y tuvo que cambiar a este agarre abandonando el de pulgar arriba. Si tienes un problema similar prueba este agarre antes de decidirte por abandonar la pesca.
El índice arriba
Cuando Frank Schlosser vivía en Turangi me enseñó este agarre. Al principio se me hizo un poco raro pero después de algo de práctica se convirtió en mi agarre habitual con cañas pequeñas. Este agarre es una maravilla. Con el índice en esa posición se bloquea todo movimiento lateral de la muñeca. Esto da una gran precisión, pues mantiene la caña en un solo plano de lanzado.
Ahora vuelve a coger el talón de la caña y prueba este agarre. Notarás que cuando muevas la mano para hacer un lance trasero este agarre impide doblar la muñeca demasiado hacia atrás. Sin embargo, en el lance delantero sucede lo contrario. La muñeca flexa hacia adelante de forma cómoda y natural, facilitando la rotación del talón de la caña.
Por otro lado el índice dibuja en el aire el movimiento del impulso de lance antes de terminar apuntando con precisión al objetivo. La línea simplemente parece dirigirse hacia donde apunta el dedo.
Para aprovechar al máximo este agarre hay que colocar el índice recto a lo largo de la parte superior de la empuñadura, sin doblarlo. Te darás cuenta de que es mucho más fácil con una empuñadura afinada en la parte delantera como las de tipo puro o las Half Wells.
Antes de meterse con cuestiones más profundas de lanzado hay que prestar atención a estas cosas accesorias. Después de todo, si no agarras bien la caña tampoco tienes mucho control sobre su rendimiento.
Herb Spannagl es un funcionario retirado del New Zealand Department of Conservation. Actualmente es councillor de NZ Fish and Game. Casado, con dos hijos y una hija ya adultos, un gato y un perro pointer. Y lanza Sexyloops ;^)
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