Cuando el viento sopla sobre el
hombro del brazo lanzador, corremos peligro de que el lance trasero nos
acabe viniendo encima. Tenemos varias opciones:
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Podemos ladear ligeramente la muñeca, de
manera que la punta de la caña se desplace por encima del otro lado del
cuerpo, manteniendo, de esa manera, la línea y la mosca alejadas del cuerpo
y fuera de peligro
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Podemos llevar el pulgar hasta la otra oreja,
consiguiendo el mismo efecto
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Podemos lanzar con la otra mano
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Podemos situarnos de espaldas al viento y lanzar hacia atrás
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Podemos cruzar al otro lado del río o del lago (!)
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Nos podemos marchar a casa
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Nos podemos clavar la mosca
Yo las he probado todas.
La mayoría de los instructores
americanos eligen la opción 1. La mayoría de los instructores británicos
eligen la 2. Y la mayoría de los pescadores de lago que he observado,
eligen la opción 4 ( ó 5), aunque la 6 y la 7 también son usadas. Las
cuatro primeras son aceptables: la 3 es la mejor y la más difícil. El
problema con la opción 1 es que el bucle se proyecta hacia un lado de la
caña, mientras que con la opción 2 los bucles son verticales. Sin embargo,
aplicar la doble tracción desde esta posición 2 es un poco patoso, mucho
más sencillo es hacerlo con la 1.
Muchos pescadores encuentran estos
dos métodos un poco restrictivos y al no ser suficientemente hábiles con la
mano izquierda, recurren a la opción 4. En contra de todo el intransigente
cuerpo profesional de instructores, yo recomiendo este estilo para lances
de distancia. ¿Por qué? Pues porque se lanza más lejos que con los otros
métodos. Desde luego si tengo lanzar dentro de minúsculos rincones protegidos,
donde lo que necesitas es un bucle estrecho con forma de cuña,
probablemente debajo de algún sauce llorón, utilizaré alguna de las tres
primeras opciones. Pero para llegar a los 35 metros con viento lateral, la
opción 4 es la mejor apuesta.
Una forma de aplicar la doble
tracción, sin que resulta tan patosa en la opción 2, consiste en aplicar el
tirón horizontalmente y hacia atrás en vez de verticalmente y hacia abajo.
Esta técnica es muy practicada en Europa. Es algo así como disparar con un
arco de flechas. Lo que me desagrada de esta técnica, es que la tendencia
natural de la mano de la caña es a empujar directamente en contra de la
mano de la tracción, y la verdad es que este movimiento de empujar no me
gusta mucho.