Por extraño que parezca, este
viento es el más complicado al que nos podemos enfrentar. Primero voy a explicar
cómo enfrentarnos a él, después os diré por qué es tan difícil.
Nuestro lance trasero debe viajar
por debajo de la horizontal, de lo contrario el viento se colará por debajo
de la línea lanzándola contra nosotros. Es fundamental, por razones obvias,
conseguir un bucle estrecho en el lance trasero. En el lance frontal un
bucle abierto no es sólo aceptable, es una ventaja (el viento penetra en el
bucle y le ayuda en su avance- algo parecido a una vela de barco) la línea
sigue una trayectoria ascendente en el lance frontal (por encima de la
horizontal) y descendente en el trasero.
La causa por la que este viento puede ser tan latoso, se
debe a que un lance trasero bajo se suele enganchar en la hierba a detrás
nuestra. Es particularmente difícil porque un lance con exceso de energía
tiende a hacer que el final de la línea pique hacia abajo. La única
solución que se me ocurre es ejecutar un bucle horizontal en el lance
trasero (estilo Belga)o uno invertido de abajo arriba (lance del péndulo)
Lógicamente, una forma de mejorar este lance es añadir un
tirón al final del lance trasero consiguiendo de esta manera un bucle
estrecho. Si el viento es muy fuerte habrá veces que no te dará tiempo a
juntar las manos para aplicar la tracción en el lance frontal. En esta
situación la única alternativa es dar una tracción muy precisa y muy
enérgica con la muñeca en el lance frontal.
De todas formas, en esa situación
la tracción frontal no es demasiado importante. Conozco un instructor que
llama a esta tracción “el tirón del dedo” A propósito, es muy útil para el
estilo de pesca que se practica en los lagos escoceses.
Comentarios al margen, existe un
pantano donde suelo ir a pescar mucho y cuando el viento decide soplar, lo
suele hacer de dos maneras, por encima de la cabeza y contra la cara
(bucles estrechos en los dos casos y que haya suerte)