En los comienzos del lanzado a mosca
disparar línea era del todo imposible. La línea (crin de caballo trenzado) se ataba directamente al
extremo de la caña. Por cierto, la pelea con un gran pez debía ser
verdaderamente emocionante; según parece ( citando a Donald Downes) los
Romanos (creo), arrojaban la caña detrás del pez dejándola que este la
arrastrara hasta cansarse ( una vez me ocurrió algo parecido con una caña
de la marca Hardy)
De todas maneras, más tarde, alguien
tuvo la brillante idea de inventar el carrete. A partir de ahí todo cambió.
Disponiendo de línea suelta en el
suelo, todo lo que debemos hacer, después de la parada, es soltar la línea
y esperar a que por su propio impulso tire y saque los metros que
necesitemos. Ya sé que esto es bastante obvio, sin embargo, lo comento
porque el momento exacto del disparo es crítico para que todo salga bien.
Muchas
personas disparan la línea demasiado pronto, creando con ello un bucle
ancho: recuerda que el lanzado sucede (en parte) porque flexionamos la
caña. Justo en el momento de la parada, la caña sigue flexionada, teniendo
todavía que descargarse para impulsar la línea. Debemos esperar, aunque sólo
sea una fracción de segundo, a que la caña se descargue. Si soltamos la línea
demasiado pronto, lo que lograremos es descargar la caña justo en el
momento en el que necesitamos la máxima flexión. De acuerdo que la mayoría
de los lanzadores experimentados no tienen problema con esta parte del
lanzado. Sin embargo, y como con todos los demás elementos técnicos del
lanzado, conviene de vez en cuando analizarla y pensar sobre ella. Diviértete
probando diferentes momentos del disparo.
Un par de reflexiones sobre qué
deberíamos hacer con la mano libre cuando disparamos línea. Algunos
lanzadores recomiendan dejar deslizar la línea entre los dedos, formando
por ejemplo, una “O” con el dedo pulgar y el dedo corazón. Otros aconsejan
simplemente liberarla del todo, dejándola ir con libertad.
La verdad es que si tienes que parar
la línea, después del disparo en el lance frontal ( a veces es necesario), entonces
deja que se deslice entre los dedos. Si por el contrario, lo que quieres
conseguir es distancia, suéltala del todo: cualquier fricción con los dedos
no hará más que frenar la velocidad de la línea- a menos claro, que tus
dedos sean de carburo de silicio.