En la primera parte de esta teoría veíamos los grados 0 y 1. En esta segunda analizaremos los grados 2 y 3 y toda una serie de factores que pueden condicionar en mayor o menor grado el comportamiento de la trucha durante ese período tan particular e importante para el pescador que es el de su alimentación.
Grado de alerta 2
Sensación de la trucha: se siente vulnerable y es consciente de la presencia del pescador. Lo tolera siempre que sus movimientos sean rítmicos, acompasados y suaves.
Comportamiento: : come con recelo y deja pasar algunas moscas antes de coger una.
Probable situación de la trucha: No tiene la protección cerca. Hay bastante luz.
Reacción ante nuestra mosca: cualquier cosa anormal brillos del bajo, micro/dragado ... hará que rechace nuestra mosca aumentando su grado de alerta. Esta trucha ha podido adquirir este grado al rechazar una de nuestras moscas por dragado.
Dificultad: alta. Si no hacemos todo bien y a la primera no tendremos opción. Nos la jugamos al primer lance.
Una trucha puede ser totalmente conciente de nuestra presencia y seguir comiendo. Sin embargo tomará las moscas naturales de manera irregular y casi al azar. Con un ojo pendiente de su comida, con el otro de todo lo que le rodea.
Grado de alerta 3
Sensación de la trucha: Esta comiendo pero totalmente recelosa y a la defensiva.
Comportamiento: imprevisible y desordenado. Come al azar.
Probable situación de la trucha: Es muy visible. No tiene la protección cerca. Hay bastante luz.
Reacción ante nuestra mosca: será difícil que llegue a mirarla. Si la ve es posible que se muera de risa.
Dificultad: Imposible. Esta trucha no va a tomar nuestra mosca. Hagamos lo que hagamos. Deberemos esperar a que su grado de alerta pase a 2.
Según el investigador-pescador a mosca Harry Ramsay a una trucha le cuesta apenas siete minutos acostumbrarse a la presencia del pescador. Si éste lanza y se mueve rítmicamente y con cuidado, la trucha se relaja y se olvida de él. Si el pescador continua durante un rato, siempre con movimientos acompasados y suaves la trucha lo llegará aceptar como parte del río e incluso tomarlo como punto de referencia en su querencia de alimentación, pudiendo acercarse a él hasta una distancia inferior a dos metros.
¿Qué es lo que a pesar de estar alimentándose puede contribuir a que la trucha se encuentre en un permanente estado de alerta más o menos alto, bien por instinto natural o conducta aprendida?
Algunos factores condicionantes:
- Luz (aumenta el grado de alerta)
- Transparencia del agua (aumenta)
- Protección desde las orillas (disminuye el grado de alerta)
- Protección desde arriba (disminuye el grado de alerta)
- Corriente (disminuye el grado de alerta)
- Pinchazo (aumenta)
- Rechazo (aumenta)
- Consciencia de la presencia del pescador (aumenta)
- Intensidad de la eclosión (disminuye el grado de alerta)
- Tamaño de la trucha (aumenta)
Después del grado 3 vendría el 4. Estado en el que la trucha huye a esconderse y deja de alimentarse.
Algunas posibles conclusiones
- Una trucha puede estar comiendo en superficie, tranquilamente a nuestros ojos, sin embargo sentir cierta tensión, inquietud y sensación de vulnerabilidad
- No hay truchas impescables. Hay estados ocasionales en cada trucha en los que se vuelven impescables ( para el caso...)
- Alargar y/o reducir el diámetro del bajo sólo tiene sentido en truchas con nivel 1 y 2
- Cambiar de mosca eligiendo una imitación más exacta sólo servirá de algo en truchas con nivel 2
- Nuestros movimientos deberán ser extremadamente lentos y cuidadosos en truchas con nivel 2.
- Con nivel 3: quietos y esperar.
- Después de un rechace es muy probable que suba un nivel de alerta.
- Después de un pinchazo es muy probable que suba 2 niveles (si estaba en 2 y la pinchamos se asustará y se irá. Sin embargo si estaba en 0 todavía es "pescable")
- Puede pasar del nivel 1 al 3 ó 4 en un sólo instante.
- Sin embargo sólo descenderá de nivel de uno en uno.
Es muy posible que esta teoría no haya hecho más que poner palabras a muchas de las impresiones y experiencias de muchos pescadores. Sin embargo creo que el racionalizar lo más posible momentos complicados en la pesca cómo el estudiado, nos ayuda a decidir mejor qué es lo que ocurre y cómo podemos actuar, reconociendo en muchas ocasiones que no hay nada que hacer. Algo es algo.