Conversaciones de ribera (3ª parte)

Una personalidad propia

Roberto: La verdad es que la trucha es un pez más complejo de lo que yo me imaginaba en un principio.
Antonio: Es interesante conocer su biología y comportamiento. Quizás ahí esté una de las claves de por qué la pesca de la trucha es diferente a todas las demás.
Roberto: ¿Te refieres solo a la trucha o a los salmónidos en general?
Antonio: No me refiero ni al salmón ni siquiera al reo, únicamente a la trucha. Es un pez único en su especie.
Roberto: Explícate.
Antonio: La trucha es el pez con los rasgos de comportamiento más predecibles. Siempre dentro de un montón de incertidumbres podemos llegar a conocer por qué hace lo qué hace y poder aplicar ese conocimiento en su captura. Eso es maravilloso y no ocurre con ningún otro pez.
Roberto: ¿Los demás no son predecibles?
Antonio: El salmón en absoluto. El reo un poco más a medida que, durante su estancia en el río, va adquiriendo los hábitos de comportamiento de la trucha.
Roberto: Yo pensaba que el salmón era el pez mosquero por excelencia.
Antonio: El más grande. El que más emoción proporciona durante la pelea. El que más rienda suelta da a nuestros impulsos testosterónicos de pescador.
Roberto: Hombre, eso tampoco está mal.
Antonio: En absoluto. Digo que a mí simplemente no me atrae. Hace poco me narraba un pescador su pelea con un salmón en la Patagonia chilena. Todo emocionado me dijo que le costó sacarlo hora y media. Yo exclamé: ¡ Cielos! Para mis adentros pensé: vaya auténtica pesadez de captura.
Roberto: Antonio, ¿se vuelve uno tan particular con todo después de muchos años de pesca con mosca?
Antonio: Ja, ja... Es posible.

Los aromas

Roberto: Osea que las truchas huelen mucho.
Antonio: Las que se quedan en el maletero del coche acaban apestando.
Roberto: Agg... Mal chiste.
Antonio: Ya, ¿por qué comentas eso del olfato?
Roberto: El otro día montando moscas con unos compañeros aparece un experto montador de la Asociación y me pregunta: ¿ya te has lavado las manos antes de empezar a manipular el material? Si no lo conociera y supiera que es un gran tipo pensaría que es un solemne idiota. Me dijo que el olor de nuestras manos pasa a las moscas y que muchas imitaciones son rechazadas por las truchas debido al olor que desprenden. Aquellas truchas que se acercan la mosca hasta el morro y la dejan plantada. ¿Crees que eso es posible?
Antonio: Pues que tienen un gran sentido del olfato es verdad. El ejemplo más claro lo tienes cuando ves truchas puestas minutos antes de comenzar una eclosión.
Roberto: ¿Cómo es eso?
Antonio: Feromonas.
Roberto: Algo he leído sobre eso.
Antonio: Las feromonas son unos compuestos odoríferos utilizados también por lo insectos para producir respuestas y conductas de comportamiento. Son fundamentales en el fenómeno de eclosión en masa de algunas especies de efemerópteros.
Roberto: Y las truchas los detectan.
Antonio: Los detectan y saben interpretar. Están equipadas con un sistema sensorial olfativo capaz de leer esos mensajes.
Roberto: Fascinante.
Antonio: Lo que me parece una tontería es creer que se acercan nuestra mosca al morro para olerla. No es esa la manera en la que huelen. Si tuvieran que percibir los olores así su sistema olfativo sería muy limitado y poco efectivo.

Libros

Roberto: ¿Qué libro me recomendarías leer?
Antonio: ¿Lees en inglés?
Roberto: No, bueno entiendo algo.
Antonio: Pues aprende. Si quieres ser un pescador con mosca en permanente estado de formación y mejora durante el resto de tu vida con inglés vas a llegar mucho más lejos. Es triste pero es lo que es.
Roberto: Hombre, ya hay muchos libros traducidos y revistas de pesca en español.
Antonio: Ya, no me refiero solo a libros y revistas. Contactos, foros, vídeos, poder realizar cursos, mil cosas. La cosa es que en Estados Unidos esto de la pesca con mosca nos saca ventaja en mucho sentidos, número de practicantes, publicaciones, portales de Internet, etc. ... Es otro mundo. Desgraciadamente hablan otra lengua también.
Roberto: Bueno pero ¿qué libro me recomiendas en inglés pues?
Antonio: Hay muchos y muy buenos. Te menciono algunos: Presentation de Gary Borger, Corrigiendo Errores de Lanzado, recientemente traducido por Aitor Coterón, La Esencia del Lanzado de Mel Krieger, The Dry Fly de LaFontaine y uno de mis favoritos Zen y el Tiro con Arco.
Roberto: Bromeas.
Antonio: Totalmente en serio.

Zen y el lanzado con mosca

Roberto: ¿No es ir un poco demasiado lejos cuando se relacionan el lanzado y el Zen?
Antonio: En absoluto. Más bien creo que es volver al principio.
Roberto: Espera que solo llevo tres años y esto me puede complicar la vida.
Antonio: Al contrario. Te puede ayudar mucho.
Roberto: Deja que me siente en esta piedra a meditar.
Antonio: El lanzado puede aplicar muchos aspectos de la filosofía Zen : meditación, relajación, visualización, práctica, paz interior... Cuando un alumno quiere aprender o mejorar su lanzado se ve inmerso en una enorme cantidad de aspectos técnicos, nombres, parámetros físicos y demás. Seguir este camino para mucho es imposible. Simplemente se les atraganta. Un mejor camino para muchos alumnos es reducir al mínimo los planteamientos técnicos y centrarse más en los psicológicos y emocionales.
Roberto: Escucho y medito aquí sentado.
Antonio: Muchos alumnos son incapaces de describir una trayectoria recta de la punta de la caña con explicaciones de ángulos de muñeca, flexiones y paradas. Sin embargo cuando les dices que deben posar la línea entre esas dos fundas de caña estiradas y que antes visualicen lo que quieren hacer, respiren y adopten la posición más cómoda posible, lo hacen. Y sin darse cuenta han descrito una trayectoria totalmente rectilínea.
Roberto: Creo que ya visualizo por donde vas.
Antonio: Muchos lanzadores a cualquier nivel lo estropean en el último lance antes de la posada. ¿Por qué? Eso requiere un tratamiento más psicológico que teórico. Cuando lanzamos largo en lo último que hay que pensar es en distancia, es mucho más importante pensar en la respiración y aprender a hacerlo. Los lances de presentación son pura inspiración. Una inspiración creativa que debemos dar forma y poder controlar. El exceso de energía es un error muy común a cualquier nivel de lanzador, la relajación es primordial en el lanzado. Disociar mentalmente la función de las manos en la doble tracción, saber educar cada una de las partes del cuerpo y que todas trabajen en unión... Un buen lance no se piensa, si tienes que pensar en él no te saldrá perfecto. Hay cantidad de ejemplos y aspectos del lanzado que están íntimamente relacionados con esta filosofía. Nunca debieran ser obviados y deberían ser incluidos en cualquier curso de lanzado.
Roberto: Me ha convencido maestro. .