Independientemente del tipo de lanzadores que seamos y por muy poetas que nos sintamos llega un momento en la vida de todo hombre o mujer en el que uno decide que lo que quiere es llegar lejos y si puede ser muy lejos mejor.
Este ejercicio es un primer paso para empezar a desarrollar nuestras habilidades de cara a ir añadiendo centímetros a nuestra distancia media.
Equipo necesario
Nada ni nadie. Nosotros mismos en compañía con la única herramienta común que hemos utilizado en todos y cada uno de nuestros ejercicios y juegos: lana.
Objetivo
Inmediato: ser conscientes de la longitud de línea que somos capaces de manejar e ir avanzando progresivamente a partir de ahí. Acostumbrarnos a repetir secuencias cortas e iguales en lances largos. Practicar aspectos técnicos esenciales en la ejecución de lances largos.
A medio plazo: aumentar nuestra distancia media en 1 metro.
A largo plazo: aumentar nuestra distancia media en tres metros.
A muy largo plazo: poder ser admitido en el fantástico club de los 30 metros con una WF 5.
Procedimiento
Empezamos con unos 12 metros de línea extendida sobre el terreno. Sacamos del carrete un metro más. Podemos medirlo desde el hombro derecho a la mano del brazo izquierdo bien estirado (aproximadamente hay un metro de distancia). Dos lances falsos y disparamos este metro. Volvemos a sacar uno y volvemos a posar. La idea es estirar la línea del todo en la posada. En el momento que creemos un burruño o nuestra línea no se estire del todo, seremos penalizados con tres metros de línea menos que deberemos recoger y seguiremos a partir de ahí.
Consejos
Deberemos poner especial empeño en controlar el exceso de fuerza de la mano lanzadora. Nos concentraremos en los parámetros fundamentales para los lances largos: trayectoria recta, bucle vertical y alta velocidad de la mano complementaria.
Nuestra doble tracción debe ser casi perfecta. Si no lo es, deberemos practicarla a parte.
Complicando las cosas
Bastante complicadas se ponen ya cuando empezamos a estirar metros y metros. Dejémoslo así.
