Ejercicio de lanzado 3 - El aro saltarín
Posible posición de los aros en nuestro primer intento.

Los cambios de dirección y el reducir el número de falsos lances al mínimo son dos habilidades tremendamente interesantes y prácticas en acción de pesca. Algunas razones para dejar de fustigar el aire a lo loco:

  1. Asusta a los peces
  2. Más riesgo de enganches y pérdidas de mosca
  3. Con moscas poco aerodinámicas rizaremos el bajo.
  4. Las moscas pescan más en el agua
Los cambios de dirección pondrán a prueba toda nuestra habilidad y
paciencia

Con este ejercicio vamos a practicar cambios de dirección a diferentes ángulos y a diversas distancias sin realizar ningún falso lance. Este es un completo ejercicio que no solo exige un muy buen control de la línea en el aire. Implica además la técnica del disparo de línea y de un lance de línea floja.

Equipo necesario

Dos aros y dos banderitas numeradas con el 1 y el 2 situadas en el centro de los mismos. Una ayudante.

Instrucciones

Se sitúa el aro número uno a 10 metros de distancia. Este aro se quedará siempre en esa posición y no se moverá en ningún momento a lo largo del ejercicio.

Realizaremos series de dos lances y posadas sin ningún falso lance. En el primer lance nuestra lana deberá aterrizar dentro del aro uno y tras un cambio de dirección más disparo de línea o lance de línea floja según necesitemos alargar o acortar distancia, deberemos situar la lana en el aros dos. Este aro será desplazado de un sitio para otro en cada serie de lances, a ser posible por una bella señorita.

Para meterla en el segundo aro a esa distancia y sin falsos lances
desde el primero deberemos ejecutar un lance de línea floja con precisión.

Consejos

  1. Para cuando paremos atrás nuestro tronco debería estar rotado en dirección al aro 2.
  2. Frenar el disparo de línea con el dedo índice y pulgar de la mano complementaria.
  3. El paracaídas es el lance de línea floja que más fácilmente y con más precisión acorta la longitud de línea puesta en el aire.
Un cambio de dirección a 90º y 12 metros de distancia no es nunca
demasiado fácil

Complicando las cosas

Nuestra compañera se vuelve más mala y nos va situando el aro dos en posiciones inverosímiles, tales como casi a nuestros pies, a 15 metros de distancia o justo por detrás de nosotros (se suponía que era amiga nuestra) Por turnos pasamos de lanzadores a ayudantes.

Carlos