Existe una pregunta para la que, de hallar una respuesta válida y clara, serviría como fuente de inspiración y aprendizaje para muchos pescadores con mosca. Esa pregunta es: ¿Por qué algunos pescadores capturan más peces que otros de manera regular? A riesgo de simplificar en exceso un tema que seguro requiere profundo análisis y reflexión, es muy probable que la respuesta sea algo parecido a: Porque siempre hacen alguna cosa mejor que los otros.

Desde el momento en el que pescador se baja del coche comienza todo un proceso de toma de decisiones, normalmente en orden y en cascada, que afectará directamente el resultado de su jornada de pesca. En este inevitable proceso, el pescador debe ir descartando toda una serie de alternativas y opciones antes de llegar al último momento y deseado final (si es que llega): la devolución de la pieza capturada. Qué tramo y orilla pescar, cómo y a qué ritmo, con qué modalidad, con qué mosca, con qué tipo de presentación, bajo, manejo de la línea, etc. ... Ninguna etapa dentro de ese largo proceso es más importante que otra y tanto la clave del éxito como la del fracaso puede radicar en cualquiera de ellas.

Con el fin de analizar algunas de esas etapas para poder estudiarlas y sacar conclusiones, acompañé durante una jornada de pesca a un consumado experto pescador y montador: Paco Lizarraga. La idea era fotografiar algunos momentos cruciales y observar hasta qué punto pueden marcar la diferencia entre capturar peces con cabeza de manera regular o hacerlo de manera esporádica y casi siempre por accidente.

1- Silencio

Nuestro amigo tras observar la situación y alguna cebada en superficie a unos pequeños bétidos ata una mosca seca y decide realizar los primeros lances desde la orilla. Y es que las ventajas de pescar fuera del agua son muy claras. A penas nada de ruido, nula distorsión en la superficie y mejor visibilidad (ojo, también para la trucha) La única pega es el lance trasero que deberá ser más rápido y algo elevado para evitar enganchar en las matas. Un truco sencillo de Paul para conseguir un lance trasero elevado : cuando comiences el lance trasero haz que tu codo vaya hacia abajo y hacia atrás (recógelo hacia adentro). Por una simple cuestión anatómica el antebrazo parará más alto lanzando la línea directamente hacia arriba.

2- La opción más sabia

En esta primera imagen observamos con claridad la formación de un bucle delantero. En un terreno despejado, sin nada de viento y corriente muy lenta nuestro protagonista opta por ejecutar un bucle concreto conocido bajo el nombre de bucle convencional. Este bucle es el más utilizado por la mayoría de pescadores. No es el mejor contra el viento, ni el que llega más lejos, ni tampoco el más preciso ni el que mejor penetra en la vegetación. Es muy válido para ejecutar lances básicos por encima de la cabeza en este tipo de escenario. Se puede vivir de él pero no nos sacará de situaciones de apuro. Es un buen bucle de uso general, fácil y muy cómodo de ejecutar. Conviene recordar que diversas circunstancias y tipos de lance a ejecutar determinan la ejecución y empleo de un tipo de bucle u otro. La descripción técnica y completa de este bucle es la siguiente: